Ella sueña con ser reina, de su cuento de amor.

Sonreía desde muy pequeña cada vez que le regalaban un libro. De hecho era lo único que pedía ya fuera navidad, su cumpleaños...los pedía a gritos.

Eran tan bonitos, tan coloridos, con esas grandes ilustraciones que amenizaban por aquél entonces, tan sólo unos cuantos reglones con letras grandes que le contaba la historia de pulgarcita, del patito feo...

Sonreía cada vez que llegaba al final del libro, con la satisfacción de haberlo leído... ¡ella solita!. Y con la cabeza bien alta y orgullosa de haber finalizado su tarea con agrado e ilusión, y contenta enseñaba a todo el mundo lo que había aprendido de nuevo ella solita.

Y a todo el mundo le decía: ¡Yo lo he leído yo!...

Y fue creciendo y su habitación cada vez iba teniendo más libros,aunque el espacio fuera tan reducido que en más de una ocasión pensó salirse ella fuera para dejarle espacio a ellos. Los libros infantiles empezaron a dar paso a otros llenos de aventuras inimaginables, con hechiceras, magos, guardianes, hadas, elfos, libros de sueños y supersticiones, de misterio, terror y leyendas, y fue descubriendo que a medida que crecía y se leía cuentos porque sí, la miraban raro.

Por eso, cada vez que se nombraba el nombre de un libro ya no lo decía en voz alta, pero lo pensaba para sí:
- Uy si yo lo tengo
- Uy si yo lo he leído.

Pero no, ya no lo decía. Sonreía... para sus adentros.

Comprendió hace mucho tiempo que era amiga de una rareza, extraña quizás, o quizás; ¿el extraño era el otro perteneciente al rebaño de ovejas?, sin embargo, no le importaba, pensaba; yo no sé ser así, yo no quiero ser así, yo sé pensar, quiero sentir por mi misma y no dejarme llevar...sabía así que dentro de su cabeza no sólo habitaban pajaritos(salvo cuando ella los llamaba para volar atraves de ellos), que el silencio era su mejor aliado, la luna una compañera altanera pero tan dulce (no tanto eso sí, como tú y tus labios)... y los libros... el mejor portal a su imaginación.

Su imaginación... a través de ella podía sumergirse en una nueva historia con cada libraco entre sus manos que a medida que crecía iban siendo cada vez más gruesos amenizando las horas con cada historia contada mediante ellos.
En unos podía ser una gran investigadora que ayudaba a desentrañar uno de los misterios más relevantes en la historia del arte, o para la historia en general, podía aprender simplemente con un libro dedicado a la investigación, y en otros podía convertirse en una hechicera poderosa que viajaba por los bosques,o una solitaria vampira salida de algún rincón oscuro de algún pueblo perdido, y que al mirarse en el espejo éste como era natural no le devolvía el reflejo de su rostro.

Y ahora, se encuentra viviendo uno de los sueños que más le gustan, uno de esos que se hacen realidad, uno de esos que son reales, y como tal teme mucho que se desvanezca puesto que los castillos que ha ido trazando en el aire los ha ido alcanzando, y la mayoría han sido alcanzados gracias a ti y precisamente el que ahora tiene entre sus manos tiene miedo de que se esfume entre sus dedos como el vaho desaparece tras un baño caliente. Lo cuida, cuida ese sueño como su más bien preciado tesoro que es, pero en realidad no sabe si lo hace bien, si es suficiente, si algo se le escapa o si algo hace mal...
Sólo sabe que cuando él aparece sus problemas parecen menos, se pierden. Y se ve capaz de comerse el mundo o el universo entero si le apetece, porque por una de sus sonrisas vale todo la pena.

Gracias por todo pajaroto ;P. Besitos de chocolate.

Te Quiero.