Yo he elegido ser lo que siempre seré... Hijo de Caín

En esta ocasión abandonó su lugar favorito: El tejado, donde podía observar ( y ''controlar'' ), todo lo que pasaba bajo sus pies sin ni tan siquiera ser percibida su presencia...pobres humanos, tan egoístas como siempre, tan absorbidos por sus propios egos que no paraban un momento a observar al prójimo... que triste y que ingenuo a la vez... ¿a caso aún hoy seguirían pensando que si faltan, el mundo dejará de girar?.

Por eso al dar comienzo de nuevo el aguacero que llevaba sucediéndose desde hace varios días a intervalos, y como de costumbre comenzando a medianoche,pero esta vez con una salvedad:
Si alzabas la vista hacia la gran bóveda celestial que reinaba sobre cualquier cabeza sin hacer distinción alguna entre las siluetas de criaturas mortales o inmortales y pudiendo llevar a equívocos a aquellos humanos poco preparados para discernir a estos últimos; debido a unos enormes relámpagos que electrificaban esa aura creada que parecía superior a cualquiera que osara levantar la vista entre esa montaña de ceniza en la que se habían convertido las nubes para dar luego paso al estrépito que producía el sonido del trueno.
Para que su rutina nocturna no la llevara a aburrirse completamente se encontraba deambulando de forma parsimoniosa por las oscuridad en la que se había asumido la calle sin un rumbo fijo y con su capucha cada vez más pegada al rostro, mientras que la gente iba y venía corriendo de un lado a otro como si por eso la lluvia calara menos. Aunque a ella eso ya no le importaba... total, a penas notaba que estaba ligeramente el agua que caía tan fría como había escuchado decir a la gente que se había estado cruzando ya que su piel se encontraba helada desde hace bastante tiempo y casi había olvidado cual era la sensación que daba el calor y muy posiblemente la sensación de frialdad que provocaba la ropa mojada sobre la piel.
Alguien tropezó con ella en su intento de guarecerse, y haciendo esta persona un amago de pronunciar un leve ''disculpa'' que fue apagándose a medida que las palabras salían de su boca al observar al mismo tiempo a la jóven la cuál hizo un leve gesto con la cabeza como indicación de que no le había molestado.
Sucumbió de nuevo a su paseo hasta que llegó a una de las partes más oscuras de la calle formadas por muchos callejones, tantos que a veces parecía un laberinto y pasó de largo sin pasar por alto la sensación que le había producido al cruzar la boca calle parándose al otro lado, volvió a pasar por delante, esta vez deteniéndose en él.. había algún tipo de energía allí dentro por lo que se fue adentrando lentamente en uno de los callejones sin dejar de prestar atención a todos los ruidos y sensaciones posibles... esa concretamente no le gustaba ...

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La chica se quedó estupefacta retenida al final de aquel angosto callejón por alguien al que no conocía de nada y tampoco podría reconocer a plena luz del día puesto que sólo veía algunas facciones a duras penas. De hecho a ella misma le sorprendió su propio grito el cual no esperaba que saliera de su garganta reseca.

Pero cuando volvió a mirar de nuevo hacia adelante, tras a ver sentido una pequeña ráfaga de viento; tenía una figura femenina clavada delante de ella que seguramente miraría a su atacante.
Vete de aquí.- Oyó decir cuando se encontraba escrutando el lugar para poder divisar de dónde había podido aparecer.
¿No me has oído? - La chica no quería saber nada más de aquello,... y esa voz que no parecía la de una muchacha cualquiera por lo que salió disparada hacia cualquier sitio que no fuera ese.

Sarchk ... era el más repugnante de los seres con los que Dawa había podido tratar, por su culpa ella era ahora una criatura que pertenecía a los confines de la oscuridad , y si no hubiera llegado a tiempo esa chica ahora también lo sería, le vio comenzar a retroceder sobre sus propios pasos y escurrirse por su lado como una vil lagartija. De nada le sirvió la estrategia, antes de que se diera cuenta Dawa se encontraba de nuevo frente a él propinándole un bofeton que le hizo tropezar su espalda con la húmeda piedra del tabique,a una velocidad de vértigo la vampira apareció de nuevo a su lado y en esta ocasión sintió el ahogamiento que le producían aquella mano fría cuál témpano de hielo que se iba cerrando cada vez con más fuerza entorno a su cuello y le mantenían suspendido en el aire como si de una pluma se tratase.
Sarchk inclinó la cabeza y observó como el iris de la vampira cambiaron de color, pasando del más oscuro y negro abismo al rojo sangre y pensó que aquél sería su más temido final: morir a manos de una de las criaturas que él mismo había ofrecido en antaño al príncipe de las tinieblas de aquella ciudad.
Intentó escabullirse, pero era inútil, la miraba y al ver su cuerpo no sabía de dónde podía provenir la fuerza sobrenatural que se desarrollaban en algunos pues si no entendió mal en su momento algunos son más energéticos que otros.

- Sueltame - Es lo único que alcanzó a decir...Acto seguido cayó al suelo con un estrepitoso golpe que resonó en el eco nocturno.

-¿Qué es lo que quieres? -. Respondió al hecho de forma jadeante intentando que llegara más oxigeno a sus pulmones mientras ella seguía de pie, en silencio.
Dawa esbozaba una sonrisa casi malévola en su rostro mientras miraba a Sarchk:
-¿Clemencia? -. Acertó a decir mientras la miraba a su lado... impasible.- Per...

Una carcajada que helaba y helaría la sangre de cualquier ser humano, salió con ímpetu de la garganta de aquella muchacha;

- No... a mi no, aunque vivieras eternamente no obtendrías mi perdón... a tu Dios generoso... pídele compasión pues será lo ultimo que hagas esta noche.

Tras esto... le cogió por uno de los brazos sin que él se percatara siquiera de ello, pero antes de que pudiera alzarlo por encima de sí misma; algo afilado y que relucía sobremanera a la luz de la luna cruzó la oscuridad haciendo que una de las hijas de Caín profiriera un grito ahogado y soltara al mismo tiempo a aquel ser despreciable con el que se había estado ensuciando las manos mientras una de estas bajaba hacia su pierna en acto reflejo...

Un Beso para quien lo quiera