Angus pegó un sonoro golpe con la palma de la mano en una de las mesas que se encontraban más cercanas a su posición; frente a los grandes ventanales que dejaban ver gran parte de la zona.
Se comenzaba a desesperar; habían tenido la noticia de que otro niño había desaparecido y no tenía la más mínima idea de quién podía estar tras aquello. Es cierto que gracias a la vampira el sospechoso principal se encontraba encerrado en el laboratorio de Orhis, pero si no era él...
Dejó éste pensamiento a un lado, y la taza de barro que sostenía en su mano de café recién hecho sin apenas haberlo probado la dejó en un estante próximo... no tenía estómago para cafeína en estos momentos y pensaba mentalmente en que de nuevo tenía que ir al laboratorio de nuevo a ver al alquimista y Sarchk, sobre todo a éste último del cual cada vez se fiaba menos.
Otro aullido más, miró la luna: casi no se veía su halo si quiera tan rodeada de nubes oscuras y espesas que se estaban formando entorno a ella.
Le molestaba, no el hecho de que fuera un lobo ni de que le demostrara a Selene uno de sus instintos más primitivos, pues sabía de buena tinta que aquello por lo que sentían tal adulación, era también la mayor de sus maldiciones. Lo que le inquietaba de aquello realmente era, que o bien estaba demasiado tenso o incluso los aullidos parecían tener otra connotación diferente, como si llevaran un mensaje distinto.
Miró por la ventana, situada al fondo de la espaciosa sala, casi atardeciendo.
Se comenzaba a desesperar; habían tenido la noticia de que otro niño había desaparecido y no tenía la más mínima idea de quién podía estar tras aquello. Es cierto que gracias a la vampira el sospechoso principal se encontraba encerrado en el laboratorio de Orhis, pero si no era él...
Dejó éste pensamiento a un lado, y la taza de barro que sostenía en su mano de café recién hecho sin apenas haberlo probado la dejó en un estante próximo... no tenía estómago para cafeína en estos momentos y pensaba mentalmente en que de nuevo tenía que ir al laboratorio de nuevo a ver al alquimista y Sarchk, sobre todo a éste último del cual cada vez se fiaba menos.
Otro aullido más, miró la luna: casi no se veía su halo si quiera tan rodeada de nubes oscuras y espesas que se estaban formando entorno a ella.
Le molestaba, no el hecho de que fuera un lobo ni de que le demostrara a Selene uno de sus instintos más primitivos, pues sabía de buena tinta que aquello por lo que sentían tal adulación, era también la mayor de sus maldiciones. Lo que le inquietaba de aquello realmente era, que o bien estaba demasiado tenso o incluso los aullidos parecían tener otra connotación diferente, como si llevaran un mensaje distinto.
Miró por la ventana, situada al fondo de la espaciosa sala, casi atardeciendo.
– Estoy cogiendo complejo de vampiro – se dijo así mismo.
Y casi era cierto, puesto que llevaba un régimen parecido a éstos en cuanto a la luz del día se refiere, ya que desde hacía algunos meses había pasado más tiempo en las calles de la ciudad de noche que de día.
Le echó un último vistazo, a la especie de cuartel que tenían montado una docena de personas, aunque lo sabía de antemano; actuaban sólo y tan solamente se miraba por uno mismo. Antes de salir cogió la taza y tiró el café sobrante a la leña reseca que anidaba en el hueco de la chimenea de piedra, dejando el recipiente en el saliente de ésta para ponerse la casaca, mientras salía notando el frío en la cara.
Paseó entre las diferentes zonas que complementaban esa porción de ciudad en la que se encontraba, en una de las calles observó a un par de buhoneros que realizaban sus actuaciones juntos haciendo divertir a la gente con historias épicas traídas desde cualquier parte y ellos en recompensa se ganaban el sustento y que en esos momentos se encontraban recogiendo los materiales que habían utilizado. Los tres se miraron e hicieron una leve reverencia con la cabeza a modo de saludo de cortesía. Y al finalizar la calle encontró como un hombre que trabajaba el cristal tallaba el que sería por hoy su último vaso ya que era pasado el atardecer y todo se iba sumiendo en la penumbra.
Lo que sí le llamó la atención durante la duración de su recorrido de guardia mientras esperaba que fuera entrada la madrugada para ''visitar'' a Orhis fue una casa que se encontraba con la puerta entre abierta y sintió curiosidad al ver una especie de dragón que se mordía su propia cola y que estaba dibujado en la fachada. Haciéndole parar sin darse cuenta delante de ella... del ensimismamiento salió cuando se dio cuenta de que había demasiado bullicio... antes era como si todo se hubiera parado, los lobos comenzaron a aullar de nuevo y se produjo un grito casi simultáneo... ¿venía de la misma dirección en la que se encontraba el bosque?, aligeró el paso todo lo que pudo y cuando quiso darse cuenta estaba corriendo atravesando calles hacia la salida de la ciudad, mientras que un par de personas se metían en otro domicilio y escucho la palabra ''lobo''. Empezó a prepararse para lo peor, imaginándose a un ser medio monstruoso en mitad de la calle, pegando zarpazos a todo aquel que se osara acercarse... pero no, su paso se hizo cada vez más lento y pesado, algo le hizo mirar a su derecha y vio a la vampira de la noche anterior agazapada y un lobo de pequeñas dimensiones delante de ella como aguardándola . Se dirigió hasta ellos; cogió a la vampira en brazos por algún motivo que ahora no se explicaba -ya que actuaba por instinto -, estaba pálida más de lo normal, y algo demacrada, estaba débil y agradeció con toda su alma esta debilidad para poder llevarla hasta el alquimista. Comenzó a andar y escuchó el resonar de las uñas de cuatro patas en el suelo... miró hacia atrás; el lobo les seguía:
– Fuera – el lobo le sostuvo la mirada por una fracción de segundo con sus ojos color miel.
– ¡Fuera! - Alzó la voz que hizo eco, mientras al mismo tiempo hacia amago de apartarle con el pie, tras varias intentonas de ésta acción, el animal cedió... y desapareció.
Comenzó a desandar el camino hecho para dirigirse a la Avenida Nod, pero la vampira no estaba dispuesta a quedarse quieta; mantenía una lucha interna hablando entre dientes y en un par de ocasiones pareció medio abrir los ojos y gritando de repente cosas como; ¡no!, ¡no quiero!, ¡déjame!, y Angus notaba ciertos pinchazos en los brazos producido por el doble esfuerzo que tenía que hacer al sostenerla en brazos.... la miró pero parecía que la batalla que llevaba acabo consigo misma no tuviera nada que ver con él.
5 Susurros Lunáticos:
Me encanta Dawa. ¿Y tú dices que yo escribo genial? madre mía, ojalá escribiera la mitad de bien que tú.
Me ha encantado y más este tipo de historias. Adoro las historias de vampiros y hombres lobo.
Sigue así, un besote!
*Condesa Bathory; Me alegro que te guste, de verdad. ¿Y yo?... para nada, no escribo bien (o yo me vendo muy mal que también puede ser), simplemente digo que bendita imaginación a veces. Además cada uno tiene una tecnica, una forma de escribir diferente, considero que eso es lo que hace especial, lo que hace que te enganches a determinadas lecturas.
Así que ya sabes, si quieres seguirla, encantada ;). Y mil Gracias de nuevo.
¡Un Besoo!
Pues si escribe bien lo que pasa es que Dawa no se da cuenta...y encima se valora poco si es que.....
Yo estoy enganchadisimo esto es peor que una telenovela o que comer pipas joer!!!!
Muy bueno, me encanta como escribes. ^__^
Estoy enganchadaaaaaaa!!
¡Un saludo!
* JOTAGE2; XDDDDDDDDDD Vas a tener mucha razón pero es lo que hay chico que no me se vender que no hay maanera xD. Jajajaja peor que comer pipas¿?... anda que ya te vale xDDDDDDD.
Un muackks.
*Dynara; ¡Buenas!, me alegra ver que para ti también es agradable leer las cosillas que escribo xD, se Bienvenida y pasa siempre que quieras.
¡Un Abrazo! =^.^=.
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