El recadero del príncipe

Orhis y Angus no paraban de mirar como la vampira se dedicaba a ayudar a Sirthe en las tareas alquímicas programadas para hoy. Les parecía casi insólito que ella estuviera tan tranquila cuando ellos dos no paraban de mirar sobre sus espaldas y no dejaban de agudizar cada uno de sus sentidos preparados por si las moscas.

Hablaban bajo, poniéndose de acuerdo para realizar las preguntas, mientras sacaban a Sarchk de entre rejas, Sirthe escondió la cabeza entre libros y papeles y Dawa levantó algunos de éstos al salir disparada; sentándose en una de las sillas al otro extremo de la mesa donde querían sentar a Sarchk a la fuerza.

Dawa escogió uno de entre los demás saquitos que se encontraban en el inmueble y lo revoleó hacia la puerta de salida.
Sarchk se sentó de golpe en la silla tras el empujón de Angus que se dirigió ahora a la vampira:

– ¿¡Qué haces tirando las cosas...!?.

– Déjala – Dijo Orhis – ¿ no va a salir por lo menos por la puerta, verdad? - le preguntó a la vampira y ésta sonrió con un ligero tono rubí aún en sus ojos.
– Es azufre, Angus.

– ¿Queréis saber qué es, no es cierto?.

– Sí. - Sarchk dijo al mismo tiempo – ''Qué no, qui...''.

No continuó la frase, se calló al ver como sus pies se separaban del suelo como si levitara y se quedaba elevado por encima del resto al volver a levantarlo Dawa bajo las caras estupefactas del resto que no había previsto ninguno de sus movimientos... ni tampoco los habían vistos.

– ¡Suéltalo! - dijo Angus.

Acto seguido cayó desplomado en la silla, rebuscando entre sus ropajes y sacando un pequeño crucifijo delante del gesto torcido de Dawa y cerró los ojos mientras ella se quedaba mirando a los dos hombres que se encontraban frente a ella.

– Crees más en mi que me estás viendo que a lo que le estás rezando; así que aparta eso de mi cara antes de que incluso a ti mismo te empiecen a quemar las manos.

– Es una hija de Lucifer.

– Que va – contestó Dawa con tono y sonrisa divertida mientras le miraba con desden – de Caín, aunque para serte sincera y a decir verdad tampoco se que diferencia hay entre un ángel caído y un vampiro... ¿la sabes tú?.

– Estuviste apunto de morderme – le respondió temblandole el pulso y haciendo que el crucifijo oscilase cuál péndulo.

– Estoy muerta en vida, pero aún conservo el buen gusto, prefiero que lo que queda de mi se caiga a jirones antes que beber de tu sangre envenenada... ya tengo bastante con la ponzoña que habita en mi – Dawa pegó un poco más su cara al crucifijo quedando éste en medio permitiéndole mirar a Sarchk a los ojos.

– Bueno, ya vale. - Angus torció el gesto, parecía divertirse con la situación, la no-muerta no se achantaba facilmente y eso a él le gustaba. Ni encontrándose en territorio desconocido y entre dos personas que conocían ciertas debilidades suyas daba muestras de estar apurada, al contrario, se movía con bastante soltura.

– Es un Ghoul – Respondió observándolo con los brazos cruzados acercándose un poco más.

– ¿Un Ghoul? - Sirthe preguntó en voz alta sin apenas percatarse de ello.

– Sí, es un humano a la merced de un vampiro, puede realizar todas aquellas actividades a la luz del día que un vampiro por sus características propias no puede realizar. Bebe la sangre de un vampiro tres veces... y estarás completamente encadenado a él.

– ¡Yo no hago tal cosa!. - Sarchk replicó con voz quejica como si fuera un niño al que se le acusaba de romper un plato al posicionarlo mal en el estante.

– ¿A no? - miró a Sirthe.

– Yo le vi beber sangre. - dijo la muchacha ante la mirada interrogativa de Dawa.

– No es de vampiro. - se extrañó Orhis mientras observaba el frasco vacío ahora.

– No importa... aprovecha esos restos aunque no sepan igual... es su vicio, lo ha cogido ya por costumbre y le gusta la sangre de vampiro, aunque a veces pueda llegar a beber la humana o comer incluso su carne... ¿eso también es mentira?.

Sarchk fue a replicar pero no le dio tiempo, la puerta se abrió de un sonoro golpetazo y todo se sumió en el silencio más profundo.

– He encontrado otro sospechoso – observó Irwid, el otro cazador que formaba parte de la escuela de alquimista; que todo el mundo comenzó a respirar normal tras a ver entrado de esa manera – lo siento es que éste chico tiene demasiada fuerza.

Dawa empezó a oler mal, muy mal... no le gustaba ese olor miró al jóven que no tendría más de 15 años con los ojos de un verde intenso.

– ¡Pero si es un crío! - Angus miraba sin creerse lo que sus ojos veían.

– Le acabo de encontrar en una posición un tanto rara frente a otro niño casi desangrado, estaba como olfateándolo – Contestó Irwid a la queja de su compañero.

Dawa se interpuso:

- ¿Un perrito?...

– ¿ Un cadáver?...

– Malgastáis el tiempo si pensáis que un lupus ha cometido esos crímenes... eso es obra de un chupa sangres. - Dawa comenzó a salir por el umbral de la puerta – gracias por la sangre. Y por cierto yo no sé nada de la escuela de alquimistas... pero vosotros tampoco me habéis visto.

– ¡Espera!, respecto al azufre... - comenzó a decir Angus.

– Que te lo explique el alquimista.

* PD: En primer lugar agradecer a Jotage2 por mi Jack *-* de la derecha (entre otras cosas).

* PD2: Estoy preparando un post acerca de los vampiros, curiosidades, leyendas... Si os parece bien quería que vosotros mismos me dijera si tenéis algún tipo de curiosidad hacia algo concreto para buscar información para esa nueva sección, además de que si también os llama la atención puedo crear otra sección en la que vuestras dudas acerca de mi historia sean resueltas (nombres de personajes, algo que no esté claro, sugerencias que tengáis que hacerme y demás cosas que se os pueda llegar a ocurrir). Como último decir también que a la derecha he creado un enlace que os lleva directamente a todas las partes que tengo por ahora en el blog para que os sea más fácil de dar con ella.

* PD3; En el próximo post hablaré de dueños de determinados blog's xD

Un Beso para quien los quiera. =^.^=