Jake, con tan sólo 26 años, lo tenía todo en esta vida y a pesar de tener de todo, nada le bastaba y mucho menos; nada le sobraba.
Había crecido en una familia no muy bien avenida, pero que siempre se sacrificó para que él tuviera todos aquellos placeres que ellos se habían negado porque la vida no le había ofrecido la oportunidad que todo el mundo merece, pero obviamente, le querían, y todos los sacrificios que hicieron dieron su fruto. Pues vieron como su hijo consiguió salir del barrio, hacer su vida, arreglárselas sólo y tener más dinero del que ellos soñarían tocar.
Ahora, su madre metida en la cama, pensaba que hacía tiempo que no llamaba, que hacía tiempo que no le veía. Su padre sin embargo, pensaría que estaba tan ocupado haciendo su vida universitaria y ganándose su sueldo – aunque en realidad no sabían muy bien de qué se trataba
– le comprendió y le perdono en silencio, al igual que su madre, aunque ésta con un tanto más de resentimiento.
Jake…Se sentía afortunado. La vida puede que le sonriera, pero él…Él se descojonaba de ella en su mismísima cara.
Tenía amigos que le querían, por supuesto no le faltaban las chicas, ni los empresarios que querían contratar con él para las nuevas adaptaciones que quisieran hacer de sus locales – vendía piezas de lujo para todo tipo de instalaciones; desde restauraciones de casas antiguas, hoteles, hasta despachos entre otros- y las vendía a un módico precio.
Su fama era de notar; por grande que fuera la casa, acababa completamente atestada de gente cada vez que realizaba una fiesta en su gran caserón a las afueras de la ciudad en la que podía llegar a realizar cualquier tipo de ruido …Y nadie se quejaría, primero porque la casa era la suficientemente grande como para no escucharse casi al otro extremo de la casa y porque parecía que el eco…No existía por esos alrededores, segundo y lo mejor de todo, su vecino más próximo se encontraba a media hora atravesado por la linde que había junto a la casa, por lo demás…Todo eran árboles, pájaros… Y silencio.
Un silencio roto por altos decibelios, por gritos en los oídos ajenos para hacerse entender por encima de la música, por saltos, desmelenamientos y bailes varios.
Y siempre encontraba la sonrisa de los suyos.
Cris, una joven compañera de la universidad un par de años menor que Jake y que estaba completamente enamorada de él había acabado una vez más - como muchas otras tantas veces que había acudido a una fiesta realizada por él- la noche sentada en uno de los tres escalones que componía la pequeña escaleras del exterior de la casa, con una copa echada en un vaso de cristal entre sus manos y la puerta cerrada oyendo el ruido ensordecedor que salía desde el interior de la vivienda…
Cris, una joven compañera de la universidad un par de años menor que Jake y que estaba completamente enamorada de él había acabado una vez más - como muchas otras tantas veces que había acudido a una fiesta realizada por él- la noche sentada en uno de los tres escalones que componía la pequeña escaleras del exterior de la casa, con una copa echada en un vaso de cristal entre sus manos y la puerta cerrada oyendo el ruido ensordecedor que salía desde el interior de la vivienda…
Soportaba que sólo la invitara por compromiso, o eso creía en aquellos momentos en el que el alcohol dominaba poco a poco sus neuronas y también porque no decirlo, sus sentimientos.
Soportaba que en muchas ocasiones, su persona hubiera sido puesta en el punto de mira de algunas críticas, burlas o incluso alguna que otra humillación por parte de alguna de las chicas más cercanas a él.
Soportaba algunas mirabas que le había pillado de desdén…
Lo soportaba porque luego se acercaba a ella, la rodeaba por la cintura y le sonreía…El mundo se paraba.
Y ella oía simplemente aquello que quería escuchar: Te invito a mi fiesta, Cris…¿no me fallaras, no?
…Pero él, le fallaba cada noche, y aquella no soporto verle más con otra chica diferente y menos, una de sus mejores amigas.
Siguió bebiendo.
Miró su reloj las siete de la mañana…Oyó risas en su habitación, acompañado estaba. Y ella se marchó…
Los padres de Jake seguían conmocionados al ver el cuerpo de su hijo mirándoles desde el otro lado del mundo, desde el otro lado del espacio…Quizás, desde el otro lado del universo.
Los padres de Jake seguían conmocionados al ver el cuerpo de su hijo mirándoles desde el otro lado del mundo, desde el otro lado del espacio…Quizás, desde el otro lado del universo.
Se confirmaron de que esas fueron las últimas horas de Jake gracias al testimonios de muchos que abandonaron el lugar mucho antes al “ver altercados entre otros participantes”, al parecer, la chica con la que estaba se dedicaba secretamente al negocio de la prostitución, algo que ni siquiera Cris, sabía, el chico para el que trabajaba se enteró, y un tiro voló desde una pistola hallada junto al cuerpo, hacía el estómago desnudo de Jake, serían las ocho de la mañana.
El resto…Ya no se encontraba allí. Sus amigos, habían desaparecido inducidos algunos por el sueño, otros por el alcohol, otros, los que allí aún quedaban, sentían una mezcla de ambos estados unidos al miedo del disparo…Salieron corriendo hacia la calle y precipitándose al interior de sus vehículos. Por lo que; Nadie vio bajar a nadie por las escaleras.
Fue el señor Thomas, quien avisó a la policía tras haber o ido aquel disparo cuando se encontraba paseando junto a su perro cerca de la casa de Jake.
Y rápido, se corrió la voz, Cris se encerró en su habitación durante tres días, hasta que llegó el entierro, asegurándoles a sus padres que no le pasaba nada en absoluto, simplemente tenía mucho trabajo por hacer y pocas ganas de comer…
Sólo lloraba, y salía de vez en cuando, solamente cuando era necesariamente comer o beber…
Como una autómata.
El día del entierro…Llovió. Como en las películas, como en los libros… Y allí estaban todos…
Sus padres, el sacerdote y una chica morena con ojeras y ojos vidriosos, ante el ataúd que tenían en frente donde descansaban sus restos.
El ataúd fue conducido despacio tierra abajo… Sus padres echaron algo de tierra sobre su tapa, su madre, cayó de rodillas al barro, llorando, casi extenuada, la chica se acercó, y la ayudó a levantarse, le medio sonrió con las únicas fuerzas que casi creía poseer.
- Lo Siento – Les dijo, y dejó caer una rosa blanca a la tierra…Después, comenzó a andar.
- ¿Quién eres? – Preguntó, el padre de Jake algo conmocionado, al ver que tan solamente ella, de todos los amigos y personas que sabía que se encontraban alrededor de su hijo, se había acercado a darle un último adiós.
- ¿Yo?... No soy nadie… - La chica les lanzó una sonrisa tímida – Aunque a veces, me llaman Cris.
- ¿Conocías a mi hijo?.
- ¿Conocías a mi hijo?.
- Claro que sí… Estudiamos juntos – Le respondió a la madre, a la cual no pudo evitar abrazar – Perdóneme, su hijo…No debería de haberse olvidado jamás de dónde venía.
Acto seguido echó andar y no miró atrás por mucho que ellos gritasen su nombre.
Y Cris lo comprendió…
Lo comprendió aquel día bajo la llovizna y las voces quebradas de sólo tres personas…
Lo tenía todo y a la vez…No poseía nada… Y era tan pobremente feliz,…Que por tener…Sólo tenía dinero.
Besos para quien los quiera... =^.^=
11 Susurros Lunáticos:
La relación entre el dinero y la felicidad es muy difícil de definir, no creo que el dinero nos haga felices, como tampoco que no tenerlo nos haga felices, todo va a depender de qué importancia le demos.
Me gustó tu relato, en verdad.
Un beso.
HD
Parece una historia real...tan difícil distinguir si es un relato o un hecho real...
El dinero no da la felicidad y se olvido de donde venia hay tantas historias así, la gente deberia mirar mas allá de sus narices.
Un abrazo!!
Nunca he entendido porque la gente dice que el dinero no da la falicidad, yo creo que si la da, pero claro tambien depende de como lo utilices.
Todo en esta vida puede dar felicidad y la puede quitar. El amor para algunos da la felicidad pero para otros solo es dolor.
Y en cuanto al relato no creo que a Jake le pasara eso por tener dinero, le podia pasar a cualquiera. Más bien fue por ser un poco mujeriego y acostarse con la chica equivocada. Porque detrás de esa chica había un chulo sin escrupulos.
Me ha encantado el relato!!!!!
Besitos!!!
También me ha encantado a mí, muy corto, eso sí, hubiera seguido leyéndolo un rato más. Me ha dado mucha pena de los padres de Jake, y por supuesto, de Cris. ¿Jake nunca supo que le amaba? Su vida podía haber sido tan diferente, no sólo fue el dinero, sino su modo de gastarlo lo que le perdió.
Mil besitos, pequeña gatita =^.^=
el dinero no da la felicidad pero ayuda a conseguirla.solo tenemos que darle la importancia que se merece y esa es la justa,ni vale tanto como dicen ni tan poco.
es como la fama,se te sube a la cabeza y te pierdes,el dinero es lo mismo.
El dinero no da la felicidad (pero ayuda...)
Besotes
El dinero es dinero, sólo eso. Creo que casi todos sabríamos escoger entre dinero y felicidad, entre dinero y amistad, entre dinero y amor. Al menos yo lo tengo ahora mismo tan claro, que sería la persona mas pobre en el mundo si pudiera tener lo que de verdad deseo. No, no me costaría escoger, el dinero... sólo es dinero.
Besitos.
¡Qué pasa de relato Dawa!. No comento nada porque me he quedado con la boca abierta, de verdad. Me gusta mucho estos tipos de relatos :).
Eso sí, diré que aunque el dinero no da la felicidad, ayuda. Lo necesario es amor, salud, amigos...pero sin dinero, poca cosa hacer en este mundo.
Un beso muy grande!
Es muy triste pero... era sólo él que no se dió cuenta de que tenía unos padres que le querían y una chica que le amaba. Lo siento pero soy de las que piensan que el dinero sí que da la felicidad ¿solo el dinero? no, pero es como decir que sólo tener salud da la felicidad o sólo tener amor la da. Para ser feliz se necesitan una serie de cosas (bajo mi punto de vista) y no tener un duro y vivir agobiado por lo que tienes que pagar, necesitas, ect... no te hace nada feliz.
Me parece bastante hípócrita pretender decir que el dinero no te da la felicidad cuando me parece mí que todos sabemos que contribuye bastante. Es sólo mi opinión.
Un beso pequeña gótica.
Hoy, ya que todos habéis dado vuestra opinión acerca del dinero, quiero haceros ver la opinión que tengo yo acerca de él. Aunque creo que ha quedado clarilla con el relato que puse.
No creo que el dinero en sí, para mi, de la felicidad, ayuda bastante a vivir con comodidad, a vivir al fin y al cabo en una sociedad en la que todo depende del dinero...Capitalismo...
Para mi, el dinero no simboliza nada, prefiero un gesto, una caricia, una sonrisa, un beso... Aunque viva entre cuatro paredes mal puestas.
El relato, lo escribí en sí, no como muestra de que el dinero sea malo, si no, como habéis dicho mucho de vosotros (por cierto, me ha encantado cada una de vuestras opiniones, que lo sepais, y lo que más me gusta es lo sinceros que sois *.*), el uso en sí que se haga de él.
Puedes tener dinero y utilizarlo adecuadamente, con razonamiento, cabeza, con una lógica aceptable- al contrario que Jake -, todo el mundo necesita dinero, si no, no andaríamos como locos buscando trabajo saber quién eres, y lo más importante de dónde vienes...En el caso de este chico, se olvidó de sus origenes, se olvidó de las personas que le amaban, se olvidó de todo, salvo de aquellos que le querían simplemente por su dinero y el estaba tan cegado por el materialismo, que no se daba cuenta de que se estaba consumiendo el mismo, hasta que dio con el fin de todo.
Pienso que hay veces, en las que muchas personas, pueden alardear de tener dinero, pero no de tener amistad o amor verdaderos.
Que son las dos ideas que quería transmitiros con ésto.
No sé dónde leí o escuché una frase que decía algo así como que (un amigo que tenía bastante dinero a otro que era más pobre), al funeral de mi padre asistiran nobles, reyes, altos cargos...Sin embargo, al funeral del tuyo no dudo, que iran todos sus amigos.
¡Mil Besitos a Cada Uno de vosotros!.
Feliz Fin de Semana Largo...Pasarlo en grande y como siempre...
Gracias mil por pasar por aquí.
=^.^=
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