El mal no es lo que entra en la boca del hombre. Sino lo que sale de ella.

¿Recordáis el vídeo del anciano que llegaba a la meta y allí le esperaba su mujer?, bien… Pues he decidido hacer una sección en la que os iré poniendo algunos vídeos que encuentre semejantes a ese, con alguna moraleja, con alguna conclusión que sacar por todos nosotros como hicimos con el que os nombrado anteriormente.

Espero que os guste ésta nueva idea =P

Tengo que deciros también, por si queréis echarle un vistazo en otra ocasión y demás, que por ver cómo quedaba he quitado la nube de etiquetas y me ha parecido una buena idea recoger las secciones habituales en un enlace que están puestos a la derecha con alguna imagen: La de las princesas Disney, obviamente es la imagen que recoge a todas las princesas, la sección de vampirismo se encuentra pinchando en la imagen de Alucard…

Una vez dicho esto…




He escogido hoy este video, porque me ha parecido muy curioso, quizás para algunos no represente gran cosa, a mi sin embargo, me ha hecho recordar una historia que leí hace tiempo y aunque no la recuerdo con exactitud, voy a tratar de transcribírosla lo mejor que me sea posible, he de decir, que ya que no recuerdo partes, también iré metiendo sobre la marcha aquello que crea que caja en condiciones:

Alex y Juan, eran dos amigos completamente diferentes, se habían conocido al entrar en el colegio y a ciencia cierta los profesores no sabían cómo podían haberse hecho amigos. “Juan Corregirá a Alex” – pensaban – .

Todos tenían la certeza de que Alex era un trasto, de hecho , aunque hubiera 24 niños en clase, el nombre que siempre se escuchaba más, era el suyo, tachado de inquieto, de travieso , incluso cogió fama entre el profesorado como “malo”.

Por el contrario, Juan era un “niño bueno”, dulce , cariñoso y allegado, responsable y que siempre hacia sus deberes, de hecho sus profesores sostenían a toda cosa que Alex, entregaba sus deberes porque se ponía a realizarlos con Juan o bien podía llegar a copiarlos de él.

Sólo Juan sabía que su amigo ponía mucho empeño, que se ponía a realizar las actividades juntos en casa de alguno de los dos para posteriormente merendar.

Jugando un día en clase mientras el resto se encontraba en el recreo – antes de finalizar el primer trimestre y que éste diera paso a sus tan ansiadas vacaciones de navidad – , los dos niños competían por la pelota, sin querer, Juan la echo hacia arriba con tal mala suerte que partió uno de los focos de luces.

Juan comenzó a ponerse blanco, mientras que una de los profesores acudía al escuchar el estruendo.

- ¿¡Pero bueno, qué está pasando aquí!?. Deberíais estar con vuestros compañeros. ¿Quién de los dos ha sido? – Automaticamente las pupilas del hombre se clavaron en las de Alex.

- Yo he sido profesor – Dijo el aludido antes de que su amigo pudiera contestar.

- Quiero verte después de clase en la sala de profesores. ¿Estamos?.

- Sí.

Alex posó la mano encima de la cabeza de su amigo, y para chincharlo le revolvió el pelo. Haciendo que su amigo levantara la vista clavada en el suelo y le mirara.

- ¿Qué?.

- ¿Por qué has dicho que has sido tú?.

- Pues porque no iban a creerte a ti…Yo soy el malo.

Muchas son las veces que catalogamos, a las personas por determinadas acciones que haya hecho, por su forma de hablar, por su lugar de origen o por su forma de vestir…Pero no intentamos conocerles ni conocer los motivos que le han llevado a actuar por ejemplo de una manera concreta, simplemente etiquetamos…Y a veces no podemos llegar a imaginarnos lo que eso puede llegar a marcar a una persona, sobre todo a una edad temprana. Cuando a un niño le repite cien veces que es tonto o es malo…Al final acepta su rol, es un rol que le han impuesto y acaba por creérselo completamente. Y nosotros, los adultos, tampoco somos tan diferentes de ellos; ya que aunque tengamos más conocimiento y conciencia, hay veces que te dicen tantas veces algo, que acabas por creértelo…Ya que una mentira mil veces repetida....se transforma en verdad.

Y es que como decía Melendi en una canción, a veces no es mejor lo bueno…ni lo malo lo peor.

Creo, que a veces no son tan buenos aquellos que pecan de Santos, ni tan malévolos aquellos considerados como malos.

Besos para quien los quiera... =^.^=