Muñequita de Salón

La sonrisa que se dibuja en mi cara puede también transmitirse a través de mi mirada, algunos dicen, que parece de cristal.

Sin embargo, en algunos momentos en los que me zamarreas, me babeas o incluso cuando tu me tiras del pelo alegando que “ me peinas”, me pisas o te sientas encima de mi sin darte cuenta… En esos momentos; es en los que entera y verdaderamente yo no sólo parezco de cristal, sino que además me siento como si de ese material, estuviera hecha… como si entre tus manos me fuera a partir o resquebrajar de un momento a otro…Pero me das tanto calor, me prestas tanta atención de vez en cuando… Que con eso me basta, a pesar de creer a veces que tienes tantos juguetes…Que yo soy una más.

Otros he oído que de mi dicen; que soy de trapo, y que no pasa nada porque con lo blandita que soy nunca puedo llegar hacer daño…
Tampoco es que tenga la intención de hacerlo…Por increíble que parezca, no me gusta ver sufrimiento en los ojos de quiénes aprecio… Y es que los ojos, los ojos dicen tanto… Que hay palabras que suenan tan superfluas bajo una mirada…Que es mejor el silencio al reflejarte en el espejo del iris y ahogarse en las pupilas de la persona que tengas en frente.

Hay miradas y silencios que lo dicen todo…Y palabras que no llegan a expresar una mínima sensación…Se quedan a veces tan cortas, que por más que rebusques no hayas…

Volvemos de nuevo a mi…No hago daño.

¿Pero qué hay del daño que yo siento?...Cuando me has querido con un tiempo limitado, cuando me has amado y has jugado conmigo cuando simplemente te aburrías y me has utilizado para soliviantar la pesadez que te han supuesto las horas, ¿y luego?...De nuevo ahí me quedo, mirando al resto del salón, quieta, inmóvil…olvidada.

Al fin y al cabo…Sólo soy una muñeca…De trapo.

¿Quién va a darse cuenta de que aquella vez cuando me pusieron una pila porque el de la tienda de juguetes asegura que “hacía ruiditos”, en realidad…Lloraba?.

¿Quién te dice que mi llanto no es tan verdadero como el que tú sientes?.

No…Cierto, se me olvidaba, sólo soy una muñeca.

Un capricho pasajero que con el tiempo dejaras abandonada en un baúl, entre tantas, entre tantas otras muñecas que con su mirada lastimera recuerdan los momentos, al igual que yo lo hago, aunque calle, aunque no hable…Aunque no lo diga en alto.
Al fin y al cabo, siempre he sido esclava de mis silencios, pocas veces…De mis palabras…

He oído a algunas lloriquear y quejarse de un tiempo mejor, un tiempo en el que estuvimos entre tus brazos y que incluso nos regalabas algún beso.

Y de pronto, sin esperármelo…Llegas de nuevo tú y me escoges entre tantos… Me acaricias con tus deditos y me haces cosquillas en el estómago, me acercas mucho a ti y me llevas de nuevo en brazos…Me colocas sobre tú almohada…Y me abrazas, me estrujas contra ti…

Se está tan calentita aquí en la cama, que incluso yo, tengo que cerrar los parpados.


20 años después…Sigo siendo la muñequita de antaño…Esa con la que jugabas a papas y mamas metiendo en un carro…
Algo de especial tendré, cuando aquí me ves, cada vez que de nuevo entras en el cuarto…En el mismo sitio que hace años…Sentada de vez en cuando sobre tú regazo o adornando algún lugar de tú acogedora habitación.

¿Sabes qué?...Cuando jugabas conmigo y de vez en cuando me hacías daño…Ya no me importa, ya no me acuerdo…son sólo un vago reflejo del recuerdo…

¿Sabes por qué?... Porque ahora, cada vez que tienes que desplazarme de un lado a otro, te has dado cuenta de lo que realmente valgo y me acoges como si fuera hacerme añicos entre tus manos…Igual...Igual, que si fuera de cristal.


Besos para quién los quiera =^.^=