No es tan importante cambiar el lugar de dónde vivimos, como cambiar el aire que respiramos

• Falta de información.
  
  
• Incertidumbre.
  
  
• Miedo.
  
  
• Miedo a lo desconocido.
  
  
• Miedo al qué dirán.
  
  
• Miedo al futuro.

Y al fin y al cabo... Puede llegar a ser incluso; miedo a uno mismo.

Miedo a no estar a la altura de cada una de las personas que tantos valores y principios, además de muchas más cosas, nos pueden llegar a ofrecer.

Siempre he dicho que adoro y admiro desde mi más profundo respeto y cariño a todas aquellas personas que tienen cáncer, discapacidad en cualquiera de sus variantes, problemas alimenticios y un largo etc.

Cuando éstas personas son menores; todo esos sentimientos para con ellos, se triplican.

No lo puedo evitar... Pero tampoco me he puesto manos a la obra para ponerle remedio alguno... Tampoco quiero a fin de cuentas dejar de hacer lo que hago.

¿Sabéis lo que más me puede llegar a fascinar de ellos?

Ese brillo en sus ojos que te dice a un mismo tiempo:

- ¡Quiero Vivir!

- ¡Tengo Miedo!

Y esto te demuestra, las grandes ganas que tienen de luchar y de lo muy poco, por muy pequeños que sean se atreven a tirar por un momento la toalla.

Aunque se cansen, aunque se enfaden... porque están en pleno derecho de hacerlo al igual que todos y cada uno de nosotros.

Saben lo que tienen... Y no se les pasa pro un resquicio de la mente abandonar este mundo atemorizados ante la sombra que crece ante ellos.

Muchas veces les queremos proteger tanto porque los vemos tan niños que nos olvidamos de una cosa esencial: Son pequeños, sí, o no tanto... quizás también. Pero no son tontos y en menor o mayor medida se dan cuenta de su problemática.

Lo mejor viene cuando te das cuenta de que ellos tienen más que enseñarte que tú a ellos y que atesoran el cariño y la ternura como lo que hoy en día a llegado a convertirse:

Un tesoro.

Un tesoro que hay que guardar muy celosamente en cada hueco del corazón porque es un bien muy escaso.
Tan escaso, que muy pocas personas saben darlo y recibirlo. Y cuando eso pasa, y tienes a alguien a tú lado, enfrente encamado, en una silla de ruedas, en brazos, lo único que puedes llegar a hacer es sonreír, y piensas:

" Como una cosita tan pequeña me ha podido hacer sentir en milésimas de segundo tan inmensamente grande ".



Hay una serie, llamada Pulseras Rojasque viene de la mano de Albert Espinosa y que de verdad os lo digo... Verla.

No puedo decir más.
No creo que ni eligiendo las mejores palabras del diccionario pueda describir lo tan bien que muestra esa realidad, obviando por un momento lo que tiene que ver con la vida, romances, tormentos y un largo etc de un equipo de médicos, sino que, nos muestra la otra cara de la moneda, a los otros protagonistas de un hospital: Los pacientes.

Y de una forma tan amena, cercana y dulce nos hace tomar conciencia de aquello que muchas veces no queremos ver, ni conocer, por los motivos que fueren... pero también debemos recordar que no podemos acordarnos solamente de Santa Rita cuando llueve y truena.

Lloraras, reirás, te emocionaras con ellos, sentirás su angustia y quizás también el miedo que deben sentir las personas que pasan por esas situaciones y en muchas ocasiones las únicas personas que se encuentran con ellos son sus propios amigos.

Al fin y al cabo se resume en tener Empatía, algo que hace mucha falta en estos temas. Y que A.Espinosa lo ha conseguido perfectamente con su obra.

Una obra que ha hecho llorar al mismísimo Spielberg, una serie que con estos personajes ha hecho que en el alma de muchas personas (no sólo de Barcelona y curiosamente a los más jóvenes), se remueva algo y se pongan una pulserita roja en una mano, en señal de su toma de conciencia y el poder concienciar a otros de una realidad que está presente. En algunos casos... Demasiado Presente.
Creo, que la magia de esta serie, reside precisamente en eso; Transmitir y concienciar.

Porque con estos temas que da mucho por hacer, pero cada vez podemos llegar a ser más.

Porque aunque de momento seamos pocos, estos pocos podemos hacerles tomar contacto con esta realidad a otros pocos y así sucesivamente. Esto es una cadena... Una especie de cadena de favores en pos de conseguir que estas personas no vean vulnerados sus derechos como tal ni su integridad tampoco.

Para y Por todas aquellas personas, indiferentemente de su edad, sexo, religión ... que estén pasando por esto...

Una pulsera Roja brillará más en una mano derecha... La mía.

Una mano abierta, como siempre, para todo lo que pueda realizar para con los demás.

" Y es que aquella noche nos había enseñado que la verdadera magia... Es Ser Un Pulsera".
Roc (Miembro del grupo Pulseras Rojas).

Besos para quién los quiera

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